Te voy a dar un consejo
que aprendí para mi bien,
el día que se apagó
un amor que me dejo.
Si amas a una mujer
quiere la de tal manera,
que la consigas querer
sin pensar en el ayer.
Porque en las cosas de amar
sucede lo que al reñir,
que es necesario perder
para poder revivir.
Y el que no es tonto, prefiere,
cuando del caso se trata,
aprender de la enseñanza
que mutilar la esperanza.
Porque quien mata el amor
entierra su corazón,
mas quien aprende del lance
renace con cada trance.
Y este es el consejo
que aprendí par mil años,
el que sabe hacerse sabio
superando desengaños.
que aprendí para mi bien,
el día que se apagó
un amor que me dejo.
Si amas a una mujer
quiere la de tal manera,
que la consigas querer
sin pensar en el ayer.
Porque en las cosas de amar
sucede lo que al reñir,
que es necesario perder
para poder revivir.
Y el que no es tonto, prefiere,
cuando del caso se trata,
aprender de la enseñanza
que mutilar la esperanza.
Porque quien mata el amor
entierra su corazón,
mas quien aprende del lance
renace con cada trance.
Y este es el consejo
que aprendí par mil años,
el que sabe hacerse sabio
superando desengaños.
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